domingo, 19 de octubre de 2008

IMPOSIBLE RECUERDO DE MADERA



MUJER me queda esta madera madera severa y textual
para tratar de definirte en algún rincón
bajo el corto inicio de la tarde o cuando el tiempo
aligere su complot
y sin embargo pararme frente a la ventana y reinventar aquél mar
tan difícil pero leve
que tanto y cuánto supe sujetar en lo posible en circunferencia
debo decir que ha sido labor de oficina
recuerdo el vuelo verde de las aves
extraviándose hasta aniquilarnos los ojos
escuchamos las razones de la brisa por el remedio adquirido
y supimos que eran cuchillos y no promesas
la lluvia mojando los cerros
aún aquí estoy aquí
olvidando a veces
o repasando ahora lo que era
auténtica fue aquella fecha aunque la hora exacta no me llegue
cuando en avance o accidente
vasos amistosos se mostraron como un deseo no pedido
y de pronto mis ojos tuvieron sed
la pregunta debida hice en el lugar
y desde entonces supe porqué los astros más esperados
se refugian y no estallan en la atmósfera
en cambio mujer era natural adivinarte bajo el tonel deshecho en azul
pero inusual entenderte sin el silencio
para ti era como un mueble descolocar mis acciones
esas veces de cada mes
pero la forma de callarte precisaba ingerir de tus labios
cada aliento con sus segundos
hubo gritos
y sombras
como también perdones y olvidos
cuán anchos los contextos en los amantes
qué anchuras extraño
qué ganas de asumir la sombra de tu pequeño planeta que no ocupo
y que has girado a no sé dónde;
el golpe duele y educa
aprendiendo que aún la lechuga más cuidada se frustra con el tiempo
soy la ceniza en la hora de las deshoras
y por eso me descuelgo de la ventana
porque se me hace imposible la madera.

No hay comentarios:

.

.
Escudo de Lucevelio