I
Y vinieron con el seísmo marciano, para romper con las venas.Se cubrieron con una garra como de noche, pero malévola, para
[mancharlo con polvo y grito extranjero.
Actores de otros géneros con su teatro de quema y violencia.
Las aves de pronto escondieron su canto y fueron a esconderse bajo
[las rocas.
El anciano y la anciana observaron sus cabellos y profetizaron el color
[de las semanas próximas.
y fue que aquellas criaturas sedientas bajaron por las colinas
[derrumbando la bóveda de la paz.
Por momentos el silencio tomaba su rostro más tenebroso
y el precio por la calma subía su lucro.
Sequía, miseria, derrumbes, fue por esos tiempos el color general de
[la tierra.
Lo que claramente se recuerda es el brote de la llaga como herida.
Las heridas fueron las monedas para cancelar el día vivido.
Y así pasaron varios ríos con un color de vino derramado
II
¿Cuántos fusiles hacen falta para cambiarlos por la paz?¿Cuántos litros de vida humana hubo y hay por balas descargadas?
¿Hasta que punto las lágrimas deberán secar el alma para evaporarse
[así mismas?
¿Cuántas leyes hacen falta para asesinar al crimen?
Porque la bandera blanca y pacífica ya tiene roídas sus hilos,
y la brisa la hace lucir mendiga.
La violencia es el capítulo absoluto de los países y ciudades,
y la esperanza es una manzana que poco a poco se oxida por la
[inoperancia.
Ustedes señores víctimas, defiéndanse con sus paredes y esperen,
esperen la mano que nazca de sus oraciones,
pues la mano que he nombrado hace tiempo que no aparece.
III
En lo que cae la noche y en lo que puedan dibujar los postes las [calles,al parecer el crimen olfatea la sustancia de la soledad.
Esta soledad no le incumbe a los nostálgicos o a los despechados,
esta soledad baja a las espaldas de las víctimas.
Recóndito se guarda el delincuente entre los misterios,
y como espectro, salta de ellos avieso con las municiones.
La víctima sola huye o se salva de la inminencia, eso depende de los [fallos del momento.
Será la carrera o el vino derramado por las aceras.
¿Y la seguridad a dónde se fue a asegurarse?
Porque las leyes en estas oscuridades sólo tiene confusiones,
y sólo las luces del arma punible mantiene firme su reglamento.
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