martes, 30 de septiembre de 2008

Fantasía de labriego




Mujer,
soy el labriego
que siempre ha amado la tierra,
y ha puesto sus manos en este arte.
Para mí mujer, eres cultivo, eres huerto,
eres la tierra preparada que aspiro.
Para cubrir y cubrirte,
te he de mirar con la prisa abierta en mi pecho,
y para entonces, ya alterado el humus,
apartar con pacíficas firmezas
tus porciones,
procurando arrojar a placer
el semen dentro del surco,
que luego, bien hecha la labor,
germinará
en un giro en tu boca.

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Escudo de Lucevelio