Juan,
es un carpintero de buena mano pero mal afortunado en la vida. Víctima de los
rigores del llano y del abuso civil —aunque más de éste—.
Ahora
se le ve desmontar la vieja puerta —si así se le puede denominar a esos
listones aserrados— de la entrada principal de su choza. Por el intersticio —en
dirección hacia el llano—, se asoman las fauces de una hoya a medio
excavar al lado de tres cruces de madera.
Cantidad
de palabras: 81
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